lunes, 23 de julio de 2007

Subcontratistas del cobre: firmes en la lucha



A pesar de la represión policial, el hostigamiento hacia los dirigentes y la criminalización mediática del Gobierno, los trabajadores subcontratistas de CODELCO mantienen su unidad sindical y agudizan su estado de huelga general.

Como ya sucedió el año 2006, ya son más de veinte días de movilización en que, y en medio de variadas formas de lucha, los trabajadores insisten en denunciar el incumplimiento de los acuerdos suscritos con anterioridad y exigen mejorar las condiciones laborales de cada trabajador.

“A igual trabajo, igual salario” es la consigna que cada día suena con mayor fuerza. Los miles de trabajadores en huelga, que siempre han estado abiertos al diálogo, han encontrado grandes barreras, especialmente desde la empresa cuprífera, para poner término al conflicto. De hecho, Guillermo Tellier, Presidente del Partido Comunista de Chile, denunció que “el Directorio (De la empresa) se ha puesto como objetivo central no la solución económica del conflicto, sino la destrucción de la Confederación de Trabajadores del Cobre”.

En un ambiente expectante y tenso, los dirigentes han sido claros en reivindicar las demandas por no sólo mejorar sus salarios y dar cumplimiento a los acuerdos anteriores y a la ley de subcontratación, sino además de incluir una serie de beneficios sociales para cada trabajador.

Actualmente, el conflicto se ha visto agudizado por la resolución de las distintas empresas contratistas de despedir a un número indeterminado de trabajadores. Lo grave del asunto, es que los propios Ejecutivos de la cuprífera, han planteado como condicionante la participación en las movilizaciones. Los dirigentes, han señalado que ellos no permitirán despidos enmarcados en la huelga general y que de no llegar a un acuerdo en la materia, el conflicto se extenderá por mucho más tiempo. Según los dirigentes de los trabajadores, ellos están apaciguando las movilizaciones, en tanto no quieren que se vuelva a utilizar el argumento de la violencia para deslegitimar la huelga y su petitorio.

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Archivo EL AMOTINADO